Bienvenido a nuestro Portal de Internet sobre adicciones y modificación de conducta. Nuestra intención es la de ayudar a todas las personas que tengan inquietudes sobre el problema de las adicciones y procuramos ayudar a la restauración de las familias y las personas con la problemática.
Además tratamos con problemas de ansiedad, depresión, obsesivos/ compulsivos, personalidad, habilidades sociales, relaciones familiares y de pareja, autoestima, control emocional y orientación (individual, familiar y grupal).
Nuestro objetivo es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la adicción. Aquí encontrará información, ayudas en línea y alternativas de tratamiento. La manifestación del desorden adictivo se expresa en consumo de drogas ilegales, alcohol y nicotina, medicamentos, sexo, relaciones, codependencia, juego, exceso de internet y comida, acompañado de problemas adicionales.
Contamos con mas de 10 años de experiencia a través de los cuales orientamos no solo a las personas con este tipo de conducta sino también a sus familias. El tratamiento es Teoterapéutico
lunes, 23 de marzo de 2009
domingo, 15 de marzo de 2009
ASOCIACIÓN MENTE - CONDUCTA (1a Parte)
Rom. 1: 29
La mente es el nombre más comúnmente dado al entendimiento (entendimiento o intelecto en latín: intellectus, de intus: dentro y legere: leer) y la capacidad de crear pensamientos , que son combinación de capacidades como el raciocinio (capacidad de discernir para luego inducir o deducir), la percepción (función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno), la emoción (fenómenos psicofisiológicos que representan modos eficaces de adaptación a ciertos cambios de las demandas ambientales.)
Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas en la jerarquía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria. Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluyendo expresiones faciales, músculos, voz, actividad del SNA y sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo.
La mente tiene dos tipos de procesos, los conscientes y los inconscientes. También abarca funciones no intelectuales, funciones afectivas.
Estudios de laboratorio, sugieren la idea de que la mente es un resultado de la actividad del cerebro, por poder localizar la actividad pensante del individuo en regiones concretas, tales como el hipocampo. Los neurólogos confirman que, al interactuar las diferentes regiones, el individuo puede manifestar estados polarizados de su personalidad. Gracias a estos descubrimientos se ha podido avanzar en los denominados antidepresivos, con resultados muy alentadores.
Como objeto de estudio, la mente ha sido tratada por la psicología desde sus inicios, y su conceptualización está presente en casi todas las teorías psicológicas, a excepción prácticamente sólo del conductismo.
La mente es el nombre más comúnmente dado al entendimiento (entendimiento o intelecto en latín: intellectus, de intus: dentro y legere: leer) y la capacidad de crear pensamientos , que son combinación de capacidades como el raciocinio (capacidad de discernir para luego inducir o deducir), la percepción (función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno), la emoción (fenómenos psicofisiológicos que representan modos eficaces de adaptación a ciertos cambios de las demandas ambientales.)
Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas en la jerarquía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria. Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluyendo expresiones faciales, músculos, voz, actividad del SNA y sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo.
La mente tiene dos tipos de procesos, los conscientes y los inconscientes. También abarca funciones no intelectuales, funciones afectivas.
Estudios de laboratorio, sugieren la idea de que la mente es un resultado de la actividad del cerebro, por poder localizar la actividad pensante del individuo en regiones concretas, tales como el hipocampo. Los neurólogos confirman que, al interactuar las diferentes regiones, el individuo puede manifestar estados polarizados de su personalidad. Gracias a estos descubrimientos se ha podido avanzar en los denominados antidepresivos, con resultados muy alentadores.
Como objeto de estudio, la mente ha sido tratada por la psicología desde sus inicios, y su conceptualización está presente en casi todas las teorías psicológicas, a excepción prácticamente sólo del conductismo.
sábado, 7 de marzo de 2009
COMPONENTE DEL SER HUMANO
1 Tesalonicenses 5:23
Para determinar el origen de la conducta humana es necesario dar claridad sobre el componente humano. Las ciencias humanistas sostienen un componente dual del hombre: alma y cuerpo; algunas otras ciencias niegan el componente inmaterial. La Biblia habla sobre un componente tripartito, con espíritu, alma y cuerpo. Dejando a un lado cualquier interés de discusión, acudimos a establecer que el hombre tiene una parte material y otra inmaterial; una visible y otra invisible.
La mayoría de personas no comprenden la diferencia entre estos tres elementos de nuestra personalidad. Cuando no le damos un uso correcto a ese conocimiento, nos exponemos a una gran frustración y al desequilibrio interno manifestado externamente.
En la creación inicial del hombre Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”, y
“conforme a nuestra semejanza”. La semejanza se refiere a la naturaleza interna del hombre. Las Escrituras se refieren a Dios como un ser trino: Padre, Hijo y Espíritu. De la misma manera, revelan al hombre como un ser trino, compuesto por espíritu, alma y cuerpo.
El relato de la creación del hombre revela la manera como su naturaleza trina llegó a ser:
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de
vida, y fue el hombre un ser viviente”. O, como es más acertado, un alma viviente. El espíritu del hombre surgió del soplo inspirado por Dios. Su cuerpo fue formado del barro y
transformado en carne humana viviente. Y al instante se convirtió en un alma viviente.
El alma así formada es la personalidad individual. Por lo general se define como una
composición de tres elementos: la voluntad, el intelecto y las emociones. Tiene la responsabilidad de tomar las decisiones personales y se expresa mediante tres frases: “yo quiero”, “yo pienso” y “yo siento”. A menos que reciba un toque de la gracia sobrenatural de Dios, todo el comportamiento humano está controlado por estas tres motivaciones.
El hombre fue creado para tener comunión personal con Dios, pero no hacerlo, produjo efectos desastrosos en los tres elementos de su personalidad.
El cuerpo es determinado como el elemento material, visible y palpable. Está compuesto de cabeza, tronco y extremidades; pero tiene compuestos visibles detrás de la capa protectora llamada piel, que es el mayor órgano de el cuerpo humano.
El Alma o ánima, se refiere de modo similar al espacio acanalado del cañón o fusil; por el cual la bala, realiza su recorrido antes ser proyectado hacia su objetivo. Etimológicamente la palabra del latín anima se usaba para designar el principio por el cual los seres animados estaban dotados de movimiento propio.
Para determinar el origen de la conducta humana es necesario dar claridad sobre el componente humano. Las ciencias humanistas sostienen un componente dual del hombre: alma y cuerpo; algunas otras ciencias niegan el componente inmaterial. La Biblia habla sobre un componente tripartito, con espíritu, alma y cuerpo. Dejando a un lado cualquier interés de discusión, acudimos a establecer que el hombre tiene una parte material y otra inmaterial; una visible y otra invisible.
La mayoría de personas no comprenden la diferencia entre estos tres elementos de nuestra personalidad. Cuando no le damos un uso correcto a ese conocimiento, nos exponemos a una gran frustración y al desequilibrio interno manifestado externamente.
En la creación inicial del hombre Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”, y
“conforme a nuestra semejanza”. La semejanza se refiere a la naturaleza interna del hombre. Las Escrituras se refieren a Dios como un ser trino: Padre, Hijo y Espíritu. De la misma manera, revelan al hombre como un ser trino, compuesto por espíritu, alma y cuerpo.
El relato de la creación del hombre revela la manera como su naturaleza trina llegó a ser:
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de
vida, y fue el hombre un ser viviente”. O, como es más acertado, un alma viviente. El espíritu del hombre surgió del soplo inspirado por Dios. Su cuerpo fue formado del barro y
transformado en carne humana viviente. Y al instante se convirtió en un alma viviente.
El alma así formada es la personalidad individual. Por lo general se define como una
composición de tres elementos: la voluntad, el intelecto y las emociones. Tiene la responsabilidad de tomar las decisiones personales y se expresa mediante tres frases: “yo quiero”, “yo pienso” y “yo siento”. A menos que reciba un toque de la gracia sobrenatural de Dios, todo el comportamiento humano está controlado por estas tres motivaciones.
El hombre fue creado para tener comunión personal con Dios, pero no hacerlo, produjo efectos desastrosos en los tres elementos de su personalidad.
El cuerpo es determinado como el elemento material, visible y palpable. Está compuesto de cabeza, tronco y extremidades; pero tiene compuestos visibles detrás de la capa protectora llamada piel, que es el mayor órgano de el cuerpo humano.
El Alma o ánima, se refiere de modo similar al espacio acanalado del cañón o fusil; por el cual la bala, realiza su recorrido antes ser proyectado hacia su objetivo. Etimológicamente la palabra del latín anima se usaba para designar el principio por el cual los seres animados estaban dotados de movimiento propio.
domingo, 1 de marzo de 2009
¿Qué es la adicción?
La palabra adicto viene del latín addictus y significa adjudicado, heredado, obligado, dedicado, entregado a alguien. Después de la guerra los romanos subastaban los esclavos o los regalaban a sus propios héroes de batalla. A estos esclavos se les llamaba “Addictus”. Es por ello que se relaciona al adicto como a un esclavo.
Entendemos la necesidad de la privacidad. Sabemos las dificultades por las cuales pasa el ser humano y la necesidad de ayuda con relación a conductas socialmente no aceptadas. Es por ello y centrado básicamente a esa población que brindamos nuestro servicio.
La adicción es catalogada por algunos profesionales como enfermedad y por otros como problemática. No importa la manera de enfocarla sino la solución que tenemos a la mano. La adicción afecta al cerebro y presenta un conjunto de signos y síntomas característicos. ¿Qué es Drogadicción o farmacodependencia?
Es una enfermedad que se fortalece en la mente del ser humano y se caracteriza por su larga duración; es creciente, repetitiva y con muchas recaídas que a la vez crean en el individuo inestabilidad, inseguridad y numerosos desequilibrios. Es el uso indebido de cualquier tipo de drogas con otros fines y no los iníciales que se han prescrito, cuando existe una prescripción médica. Es una dependencia síquica, en la cual el individuo siente la necesidad de consumir droga.
La droga está relacionada con el vacío interior, soledad, inadaptación, hastío, aburrimiento, inconformidad, desasosiego, falta de amor, el miedo a vivir, etc. La drogadicción causa problemas físicos, psicológicos, sociales y financieros.
La drogadicción es un estado psíquico y a veces físico causado por la interacción entre un individuo y una droga. Caracterizado por alteraciones del comportamiento y otras reacciones que crean un impulso irrefrenable de tomar una droga en forma constante o periódica con el fin de experimentar sus efectos síquicos. La dependencia de una droga se refiere al uso compulsivo de este pero hay que diferenciar la dependencia física y síquica. En la primera se presenta el Síndrome de Abstinencia al dejar de consumir y en la segunda dicho síndrome no se presenta.
La adicción es una enfermedad tratable y la recuperación es posible.
Entendemos la necesidad de la privacidad. Sabemos las dificultades por las cuales pasa el ser humano y la necesidad de ayuda con relación a conductas socialmente no aceptadas. Es por ello y centrado básicamente a esa población que brindamos nuestro servicio.
La adicción es catalogada por algunos profesionales como enfermedad y por otros como problemática. No importa la manera de enfocarla sino la solución que tenemos a la mano. La adicción afecta al cerebro y presenta un conjunto de signos y síntomas característicos. ¿Qué es Drogadicción o farmacodependencia?
Es una enfermedad que se fortalece en la mente del ser humano y se caracteriza por su larga duración; es creciente, repetitiva y con muchas recaídas que a la vez crean en el individuo inestabilidad, inseguridad y numerosos desequilibrios. Es el uso indebido de cualquier tipo de drogas con otros fines y no los iníciales que se han prescrito, cuando existe una prescripción médica. Es una dependencia síquica, en la cual el individuo siente la necesidad de consumir droga.
La droga está relacionada con el vacío interior, soledad, inadaptación, hastío, aburrimiento, inconformidad, desasosiego, falta de amor, el miedo a vivir, etc. La drogadicción causa problemas físicos, psicológicos, sociales y financieros.
La drogadicción es un estado psíquico y a veces físico causado por la interacción entre un individuo y una droga. Caracterizado por alteraciones del comportamiento y otras reacciones que crean un impulso irrefrenable de tomar una droga en forma constante o periódica con el fin de experimentar sus efectos síquicos. La dependencia de una droga se refiere al uso compulsivo de este pero hay que diferenciar la dependencia física y síquica. En la primera se presenta el Síndrome de Abstinencia al dejar de consumir y en la segunda dicho síndrome no se presenta.
La adicción es una enfermedad tratable y la recuperación es posible.
viernes, 27 de febrero de 2009
Fases de la adicción
La enfermedad mental y emocional presenta en las personas síntomas que no permiten que puedan vivir la vida que anhelan. Entre otros síntomas podemos nombrar la ansiedad, angustia, miedo, depresión, resentimiento, minusvalía, sentimientos de superioridad e inferioridad, ira, celos y otras que se apartan de lo que llamamos una conducta normal. Estas manifestaciones pueden terminar a manera de válvula de escape en las toxicomanías (enfermedad de tipo psicosomático), farmacodependencia y conductas habituadas no deseadas.
Todo sujeto que inicia en el mundo de las adicciones comienza con una fase Experimental, en la cual, la sustancia o la conducta es usada o ejecutada a manera de curiosidad, o por un deseo de sentirse mejor a como se está o por la necesidad de aliviar alguna tensión emocional. De allí se pasa a la fase Social y se caracteriza por el consumo de droga o ejecución ocasional de la conducta, generalmente en eventos sociales, en compañía de amigos, en fin en compañía de personas en los cuales esa conducta o sustancia son aceptadas.
Es en esta etapa que se debe tomar conciencia de los peligros que puede acarrear la sustancia o la conducta y suprimirla; pues es en esta etapa en la que la persona se va convirtiendo solapadamente en un adicto sin que se de cuenta de ello, pues su uso periódico va creando el hábito. Posteriormente, el individuo pasa a la fase de Buscador, en la cual NECESITA conseguir la sustancia o emitir la conducta a toda costa.
Su uso y ejecución es más frecuente y crea dentro de la persona una estructura de dependencia psíquica y física. En esta fase el individuo toma precauciones para que las personas que lo rodean no noten este problema en su personalidad. El proceso continúa hasta llegar a la fase Disfuncional, en la cual existe un desorden en las áreas de ajuste del sujeto (familiar, económica, social, sexual, afectiva, etc.). Y finalmente, nos encontramos con la persona en la fase autodestructiva en la cual el sujeto se encuentra en el máximo nivel de degradación física, moral y espiritual.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Modificación de conductas
Muchas personas sufren por conductas que no pueden controlar y luchan desaforadamente por un cambio. Su deseo es no volver a "fallar", y las consecuencias de esas conductas son inevitables. Además, los dedos acusadores de otros que no pueden entender (ni saben por qué se originan esas conductas) son implacables. El sufrimiento por la impotencia es inigualable, pero; para sobrevivir es necesario poner "mascaras". Con ellas pueden ser vistos, como desean ser vistos (temporalmente) pero, luego cuando no tienen "público", vuelven a ser los mismos, las amarguras y las tristezas vuelven a ser la esencia de aquellas personas. Pero es necesario encontrar el origen de las conductas, pues después de emitida una conducta solo debemos esperar una consecuencia agradable o desagradable, con las respectivas emociones que las acompañan. El luchar contra una conducta es como quitar todas las telarañas de una casa sin matar la araña. Rom.1: 28 explica la asociación que existe entre la mente y la conducta "Como ellos no quisieron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada (depravada), para hacer cosas que no convienen. "...y....si se tiene una mente aprobada... ¿qué cosas se hacen?...las que convienen, las que se deben....es claro que si quiero modificar una conducta debo hacerlo en su origen, en la mente. Si yo tengo una mente aprobada, hago cosas aprobadas y si tengo una mente reprobada, hago cosas reprobadas. Entonces, ¿Qué debo hacer? Debemos comenzar a trabajar en nuestras mentes, según Rom.12: 2 "No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” ¿Quieres comenzar a disfrutar las cosas que Dios tiene para ti? ¿Quieres comenzar a disfrutar la buena voluntad de Dios para tu vida, tu familia, tu economía, tu trabajo, etc.? Entonces...a edificar en tu mente para ser transformado; no hay tiempo que perder.Tú vas en tu automóvil y de repente en el tablero de controles se enciende una luz que titila en un indicador que tiene un tanque dibujado. ¿Qué sucede?, pues, se está acabando la gasolina... ¿Qué debes hacer?... ¿tanquear o apagar la luz?...pues si el problema es la falta de gasolina debemos tanquear y la consecuencia será que el indicador (la luz) se apague. Al igual que la luz, la conducta es apenas un indicador de un problema, por eso buscar atacarla no soluciona el problema. Si desconectas el indicador (la luz) el problema no está solucionado, porque aún no hay gasolina. Lo única forma de continuar avanzando es tanquear el carro. El desconectar el indicador apenas haría que se detuviera el carro o que nos detuviéramos en la solución al problema. La solución real es tanquear y el carro va a continuar su marcha. Así mismo, la solución al problema debe ser en su origen, no en atacar la conducta; no en atacar el indicador. Después de la conducta viene una consecuencia, si la conducta es adecuada, la consecuencia será agradable, pero; si es inadecuada, la consecuencia será desagradable.En 2 Co. 10: 3-5, “ Aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” Pablo habla de lo que son unas fortalezas, haciendo un paralelo entre lo que sucede en la mente de las personas y lo que eran las fortalezas de la época. Es por ello que Pablo se refiere a algo denominado las fortalezas en la mente o fortalezas mentales; y como vimos en Rom.1: 28, ellas producen conductas. Si un sujeto, tiene una fortaleza mental adictiva, ¿que conductas emitirá?..., pues conductas adictivas (consumo, robo, mentiras, manipulaciones, etc.); y, si tiene una fortaleza mental de inseguridad, ¿que conductas emitirá?, pues conductas de inseguridad. Probablemente este sujeto no le hable fácilmente a una mujer, o en una entrevista de trabajo sea una mala experiencia, puede que no mire a los ojos, su tono de voz sea variable, manos sudorosas al saludar al entrevistador, o en una situación difícil tome decisiones temerosas.En Jer. 23:29, Dios nos da la herramienta clave para la destrucción de esas fortalezas en la mente y la herramienta de edificación de nuevas fortalezas. “¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?”... ¿Cómo fuego? Si, el fuego quema y cambia absolutamente a su víctima si no se saca de su contacto. La palabra de Dios cambia a cualquier persona si no se le saca de su contacto. No importa como sea una persona o como haya sido. ¿Martillo?...Una casa está hecha con bloque y ladrillo (para nuestra cultura), un edificio también…y una fortaleza creo que tendría estos materiales. Pero para destruirla necesito, no un martillo para clavar puntillas, no un “porro”…de pronto una retroexcavadora. En la época de el apóstol Pablo las fortalezas eran muy altas y gruesas compuestas por rocas muy grandes una sobre y al lado de otra. Estas fortalezas eran la protección del pueblo a cualquier deseo de invasión de otro pueblo. Eran tales las fortalezas que aún habían allí apartamentos. En esa época a cambio de martillo se utilizaban catapultas para destruir esas fortalezas. La palabra de Dios es un martillo con mayor poder que todas las catapultas juntas, para la destrucción de las fortalezas mentales que se levantan contra el conocimiento de Dios y sus verdades de libertad.
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